Es lindo regresar con ellas del huerto, en una gran bolsa; sentarte, pelarlas mientras escuchas un poco de música y, después, con algo de cebolla y patatas y el sencillo arroz, preparar una "cassoleta d´arròs al forn" puramente vegano, sabiendo que nadie tuvo que matar a nadie para ello...
Y, además, es más lindo aún saber que las habas, como buenas
leguminosas, pillan el nitrógeno del aire y lo fijan en la tierra, por lo que
la enriquecen por ellas mismas.
Por tanto, más allá de su valor nutritivo y su sabor, son
útiles y colaboran en la riqueza de la tierra. ¿Qué más se les puede pedir?
Las adoro!!
(Imagen: El Hermitaño)
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